Cómo trabajar nuestros pensamientos y rumiaciones

En el presente artículo, te explicamos de manera detallada qué es el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), cuáles son los principales síntomas y de qué manera se puede trabajar y llevar a cabo un tratamiento del TOC.

¿Qué es el TOC? ¿Cuáles son sus síntomas y su tratamiento?

El trastorno obsesivo compulsivo es un problema frecuente y a menudo con repercusiones para la persona y su entorno (personal, familiar, relacional, laboral, etc.). Este trastorno suele incluir síntomas relacionados con obsesiones y compulsiones, aunque también es posible tener únicamente síntomas de obsesión o de compulsión.

Síntomas principales del trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

Las obsesiones hacen referencia a aquellos pensamientos persistentes e intrusivos que aparecen por nuestra mente constantemente y que nos causan ansiedad. Suelen tratar sobre temáticas como: aprensión a la suciedad, necesidad de control (sobre sí mismo/a u otros), dudas y miedo a la incertidumbre, o intrusión de pensamientos no deseados o inmorales (sexualidad, agresividad, tabúes…)

En cambio, las compulsiones son rituales constituidos por conductas o comportamientos que llevamos a cabo para aliviar la ansiedad que nos producen las obsesiones. Este tipo de rituales se producen de manera repetitiva y la persona suele sentir un gran impulso en realizarlos. En este caso, suelen tratar sobre temáticas como: limpieza, orden, recuento, exigencias, pautas estrictas o comprobaciones.

Tratamiento del TOC

El tratamiento más habitual para el trastorno obsesivo compulsivo es la exposición con prevención de respuesta (EPR) de la terapia cognitivo-conductual que detallaremos en otro de nuestros artículos del Blog. En el post de hoy, desde Vaico Psicología nos gustaría explicarte cómo se trabaja el TOC desde ACT, enfoque que se complementa perfectamente con la EPR.


Cabe destacar que la ACT no es un conjunto particular de técnicas, sino que se trata de un enfoque transdiagnóstico que tiene como objetivo fomentar la flexibilidad psicológica. En concreto, este concepto se compone de seis procesos psicológicos que conviene trabajar (la aceptación, el yo como contexto, la defusión, el contacto con el presente, los valores y las acciones comprometidas), sobre los cuales hemos profundizado en el anterior artículo.


Debemos tener en cuenta que, trabajando desde la Terapia de Aceptación y Compromiso, tratamos de cambiar la relación que la persona mantiene con sus propios eventos internos (sensaciones, emociones, pensamientos, experiencias, etc.). Vivimos en un contexto sociocultural donde existe la creencia extendida de que lo adecuado es tratar de controlar aquellos pensamientos, emociones o sensaciones que nos resultan molestos, y parece darse por sentado que es necesario eliminar el sufrimiento a pesar de que este intento de solución pueda conllevar numerosas consecuencias negativas. En cambio, desde ACT, la persona, en vez de intentar eliminar sus síntomas (que es lo que cabría esperar), aprenderá a aceptar sus eventos internos incontrolables para que no le generen mayores consecuencias negativas.


Imaginemos que sería algo así como el hecho de intentar luchar para salir de unas arenas movedizas. El trabajo consistiría en darse cuenta de que, cuanto más nos esforzamos por salir y combatir contra nuestros eventos internos, más nos hundiremos. Por lo que la clave, en este sentido, sería observar, sin juzgar, todo aquello que nos ocurre a nivel interno para poder salir de aquellas arenas movedizas que tanto nos asustan en un inicio.

De los síntomas a la aceptación y los valores: proceso de cambio para el tratamiento del TOC

Dicho esto, la ACT no se centra en los síntomas del TOC (obsesiones y compulsiones), sino en promover la flexibilidad psicológica y sus seis procesos básicos para mejorar la calidad de vida de la persona.


Antes de trabajar con los procesos básicos, en ACT se suele comenzar con un proceso de desesperanza creativa. Este proceso hace referencia a la importancia de observar las estrategias que la persona ha seguido para hacer frente a su problema, y analizar si este tipo de estrategias le han sido útiles o por el contrario estos intentos de solución son parte del problema y le han traído más perjuicios que beneficios.


La idea es mostrar a la persona que presenta TOC los efectos paradójicos del control, o, dicho de otra manera, cómo los intentos por controlar los pensamientos pueden funcionar a corto plazo aliviando la ansiedad, pero no a largo plazo (en Vaico contamos con psicólogos para la ansiedad en Terrassa especializados en cualquier tipo de trastorno). Con el paso del tiempo, si seguimos intentando controlar y luchar contra nuestros pensamientos, sensaciones y emociones, ocurrirá que aparecerán más tarde con mayor fuerza y seremos cada vez más reacios a experimentarlos.

Mantenimiento y posibles causas del trastorno obsesivo compulsivo

Lo que suele ocurrir es que la persona entra en un círculo vicioso donde evita sentir, no se expone a sus eventos internos y eso de manera momentánea le produce alivio (disminuyendo su malestar probablemente llevando a cabo alguna compulsión). Si la persona sigue este mismo patrón, con el paso del tiempo, cada vez que aparece alguna sensación molesta, es muy probable que la experimente con mayor fuerza, y esto terminaría conllevando que poco a poco fuese perdiendo el contacto con sus valores personales y dedicando su tiempo exclusivamente a sus obsesiones y compulsiones, afectando notablemente a su calidad de vida.

Trastorno obsesivo compulsivo o TOC: cómo actuar

Sería recomendable hacer consciente a la persona que presenta TOC de la importancia de dejar a un lado el intento de control de los eventos internos (obsesiones, sensaciones) y comprometerse a cambiar llevando a cabo acciones orientadas a los valores elegidos por ella misma, es decir, que la persona actúe en base a aquellas áreas de su vida que más le importan. Algunos ejemplos de valores personales podrían consistir en: ser una buena madre, ser honesto/a, cultivar el altruismo, mostrar gratitud… Como podemos observar, los valores harían referencia a propósitos vitales, teniendo en cuenta que estos nunca son alcanzables como ocurriría por ejemplo con los objetivos.


Por lo tanto, la idea es que la persona que presenta TOC permita que sean sus valores los que guían sus acciones, y no sus obsesiones o compulsiones, que en realidad le quitan energía y tiempo de su vida. Se trataría de poner nuestro foco de atención en el presente y en el aquí y ahora sin dejarnos llevar por preocupaciones futuras o pensamientos rumiativos sobre el pasado. Asimismo, como hemos podido comprobar, la alternativa de afrontamiento en el TOC podría consistir también en permitirse este tipo de eventos privados sin intentar controlarlos, pues se ha observado cómo intentar controlar las obsesiones y pensamientos puede resultar contraproducente, ya que el hecho de focalizar nuestra atención en este tipo de pensamientos puede hacer que el problema se vuelva más frecuente e intenso.


Cabe destacar que, para trabajar los eventos internos sería recomendable debilitar la literalidad del lenguaje de la persona. Las personas que presentan TOC suelen asustarse de sus pensamientos y obsesiones como si fuesen la realidad, por lo que sería importante diferenciar entre el propio hecho de tener un pensamiento, y el hecho de sentirse obligado a actuar con lo que la propia obsesión le dicta (fusión cognitiva).


Te invitamos a reflexionar sobre todos estos aspectos trabajados. Es importante que puedas plantearte si merece la pena continuar en la lucha de tus obsesiones, si esto a largo plazo te está ayudando, o si quizá puedes cambiar la manera de actuar frente a este problema.


No dudes en contactar con nuestros psicólogos en Terrassa si necesitas apoyo de un profesional de la Psicología para ayudarte con este problema, estaremos encantados de poder atenderte.

– Escrito por Alicia Jiménez, Psicóloga General Sanitaria y Redactora de contenidos.

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