¿Te gustaría eliminar la ansiedad?
Si has llegado hasta aquí, es porque seguramente llevas tiempo intentando eliminar la ansiedad. ¡Quédate, por qué te interesa!
Uno de los principales motivos de consulta que vemos los psicólogos, son los problemas relacionados con la ansiedad. Si no la gestionamos bien, esta puede llegar a limitar mucho y a alejarnos de aquello que es importante para nosotros.
Presión en el pecho, taquicardia, mareos, hormigueos extraños en las extremidades, agotamiento, dificultades para dormir y comer, preocupación excesiva, anticipar constantemente que no voy a ser capaz de algo… Son algunos de los síntomas más típicos.
Te quiero hacer una pregunta: ¿qué has intentado hacer para eliminar la ansiedad? Las respuestas más frecuentes son:
- “Intentar no pensar”
- “Evadirme con el móvil, Netflix o algún tipo de substancia”
- “Evitar aquellas situaciones o actividades que me generan malestar”
- “Tomar alguna pastilla para quitarla”
- “Distraerme”
Y cómo ya habrás notado, esto puede “ayudar”, pero más bien de forma momentánea. De hecho, algunas estrategias que parecen “ayudar”, pueden aumentar o cronificar la ansiedad y que esta acabe apoderándose de nuestra vida. Si nos ponemos en plan metafórico, es como si, sin pedirlo, te hubiese tocado cuidar de un monstruo, y para que este deje de asustarte y hacértelo pasar mal, le vas dando de comer. Esto hace que se calle por unos instantes, pero a la larga lo hace más fuerte, y siempre vuelve a molestar.
Tenemos que darte una noticia… La ansiedad no se puede eliminar. De hecho, los estudios y nuestra experiencia cómo psicólogos, nos ha enseñado que cuanto más se lucha contra las sensaciones de la ansiedad, más alimentamos a la bestia. Además, debes saber que si elimináramos del todo la ansiedad, estaríamos cavando nuestra propia tumba. ¿Qué pasaría sino nos preocupáramos por nuestro futuro? ¿Y si no nos fijáramos en aquello que puede suponer un peligro para nosotros? ¿Si no fuéramos capaces de identificar aquello que deberíamos mejorar?
La ansiedad es una emoción que, en principio, está aquí para protegernos: nos prepara para el peligro, nos insta a movilizar recursos para afrontar situaciones de tensión, nos avisa de aquello que debemos afrontar… Ahora bien, hay que reconocer que a veces es desproporcionada y llega a ser desadaptativa. El monstruo ha crecido demasiado, ahora manda él y te dice lo que puedes o no puedes hacer. La buena noticia es que esto se puede trabajar en terapia. Te podemos enseñar a entender este monstruo y ayudarte a quitarle el poder que ha ganado sobre ti.
Desde Vaico Psicología, haremos un análisis de las circunstancias que te han llevado a esta situación y veremos qué es lo qué mantiene los niveles desproporcionados de ansiedad. De esta manera, podremos elaborar un tratamiento adaptado a tus necesidades y darte las herramientas necesarias para que puedas gestionar la ansiedad mucho mejor. ¡Vamos a darle caña al monstruo!